Ha pasado ya la Navidad, pero no por ello se han terminado las fiestas de esta temporada. Ahora viene otro maravilloso y mágico momento. El recibimiento del Año Nuevo. Es por ello que vamos a compartir una cuántas cosas para inspirarnos para este momento tan especial.
Recordando las aspiraciones del año que termina.
Vamos a recordar las aspiraciones que escribiste el 1 de enero. No te desanimes si no se han cumplido. Lo importante es tratar de alcanzarlas. Haz una lista nueva. Incluye en ella lo que todavía tenga importancia para ti de la lista anterior. Confía tus nuevos sueños a una amiga íntima o amigo íntimo, que será tu testigo.
Resolviendo los asuntos no terminados del año viejo.
Antes de dar la bienvenida al Año Nuevo hemos de dejar atrás los asuntos terminados del año viejo: errores, remordimientos, limitaciones y decepciones. He aquí cómo se hace: escribe en unos papelitos lo que te gustaría olvidar, luego mete los papelitos en una caja pequeña de cartón. Acto seguido, envuelve ceremonialmente la caja con papel negro o de color muy oscuro, encerrando dentro de ella las penas y la mala suerte. Luego pronuncia en voz alta las palabras: ¡A paseo!, y lanza la caja al fuego para quemar el pasado. Si no tienes chimenea, tira los malos recuerdos del pasados a la basura, que es el lugar que les corresponde. Guarda sólo los buenos.
Brindar
Pon champán a refrescar. Despide el año viejo con un brindis y da la bienvenida al Año Nuevo. Da las gracias. Celebra lo lejos que has llegado, lo mucho que has aprendido y el ser humano fantástico que en realidad eres.
¡Feliz Año Nuevo!
(Inspirado del libro El encanto de la vida simple)