Durante mi excursión creativa en México, una mañana decidimos ir de visita a algún museo. Y por sugerencia de mi hermano, el aprendiz de mago, fuimos a visitar el Museo de Arte Popular. Tengo que confesar que el edificio me encantó desde que entramos. Un edificio con una gran patio interior, todo de blanco y con mucha luz.
No tenía ninguna idea de la exposición que íbamos a visitar. Cuando entré a la sala de Teatrines y Bataclanes, fue como si me transportara a otro mundo, a otra dimensión. Las cajas con movimiento me asombraron y me maravillaron.
Viendo tanta maravilla, me pregunté: ¿quién ha hecho esto? Y la respuesta, la tenía cerca:
Montserrat Pecanins.
Dentro de la exposición, encontré una nota que escribió Michèle Desfrenne sobre Montserrat:
“Montserrat, al dejar Cataluña se llevó el fuego. Lo guardó adentro de ella, crepita en la pasión, las pasiones que la llevan y no se apaga. Montse inflama… sus reacciones, sus opiniones, su humor, su seducción, sus palabras, son fuego. Ella tira en esa alegre hoguera a los censores, a los tiranos, a los fundamentalistas de todo tipo, sus llamas dan un poco de color a las mejillas tristes de los apretados. Pero también este fuego alimenta el amor y la amistad, amor y amistades que a su vez guardan a la bien amada en un círculo de llamas…”
Os dejó una conversación con ella, un mujer con mucha alma.