Y si no me sale del corazón
aprendí a decir que no y, me lo recordó una cumbia.
Cuando una canción me gusta no dejo de repetirla todo el día.
Y eso me ha pasado este fin de semana.
Los viernes me encanta abrir la carpeta del radar de novedades de Spotify. Como sabes, me encanta la música. Desde pequeño siempre me ha acompañado en cualquier momento de mi vida.
El viernes al subirme al coche, y sincronizar Spotify con el sistema de música, comenzó a sonar.
Ese sonido tan particular de la cumbia que desde el inicio te hace mover el cuerpo, me entró por el oído y por los poros de mi piel.
El sonido del tambor y en segundos de las trompetas me transportaron a mi querido México. Esos días de estudiante universitario me llevaron al salón México y, alguna que otra fiesta familiar.
Y, en cuanto, la voz femenina comenzó a cantar, las sensaciones se dispararon.
La primera vez que escucho una canción que me encanta, me invade un sentimiento de felicidad que no me deja poner la atención en la letra. Disfruto de todo el conjunto.
Y una vez que se ha instalado como la “canción del momento” comienzo a fijarme en los detalles.
LA LETRA DE CORAZÓN
En este viaje de julio estamos visitando el territorio de un hermoso valor:
La compasión
Y estoy aprovechando a cultivar y practicar la auto compasión,
cuidándome y cuidando mi corazón.
Y te preguntarás, ¿y qué tiene que ver esto con la canción?
Bien, pues aquí va…
Una de las primeras lecciones que aprendí cuando comencé a darme cuenta de cómo me trataba, es que en mi lista de prioridades
YO
NO estaba en ella. Como mucho, quizá en la última de la última posición.
Y lo primero que tuve que aprender es a mejorar mi relación conmigo mismo.
Así que si quería hacer un cambio radical en mí, tenía que cambiar mi lista de prioridades y la primera de ellas era dejar de ser tan severo y cruel conmigo mismo.
Te has dado cuenta que somos nuestro peor enemigo. Me sorprendió lo severo que podía ser conmigo mismo.
Esta canción, la del viernes, me hizo recordar ese momento, ese día que me puse en el número de mi lista de prioridades y me comprometí a cambiar para mi bien.
Si no me sale del corazón, le haré caso. He aprendido a decir que no. Otro lección aprendida.
Y así comenzó un viaje maravilloso de transformación.
Mientras escuchaba la canción y la repetía, más nítidos veía mis recuerdos y una sensación de felicidad me invadía en todo mi cuerpo.
Era como estar en una fiesta. Si una fiesta de felicidad, de ver lo que he avanzado y de la gratitud de estar aquí y ahora.
Ahora si te voy a revelar la canción y para que veas que soy buena gente, te voy a poner el vídeo para que te pongas a bailar como si fuera tu fiesta.
La canción es de mi querida Rozalén junto con la Sonora Santanera
y
el título
“Que no, Que no “
Solo voy a compartir unos trozos de la canción también para que veas que su mensaje está lleno de auto compasión y espero que se convierta en el himno de este mes, como ya se convirtió en el mío.
Llevo un tiempo que no descanso
Que como poco, cuesta sonreir
He pasado por el aro he hecho cosas
Que no me hacen feliz
Tengo la bandejas llena
De peticiones, de mil favores
Y absolutamente nadie
Pregunta por mi
Si elijo ser mi prioridad
No es cuestión de egoismo
El tiempo de calidad
Parte dedicado uno mismo
Y si no me sale del corazón
Voy a aprender a decir que no
Quien bien me quiere lo va a comprender
Yo no nací solo pa’ complacer
Dos cosas te voy a pedir. La primera. Comparte conmigo lo que te ha parecido la canción, la letra, la música y si te has puesto a bailar o no. Se vale decir que no te gusta la cumbia también, por ejemplo.
La segunda. Me encantaría que formaras parte de esta comunidad del cuidado del alma, de crecimiento personal y de pasar TODOS los momentos de la vida. Así que si te decides, pincha aquí
Y yo ahora me voy a bailar esta canción para llenarme de auto cuidado y auto amor, que no es egoísmo es parte de mi prioridad y cuidado de mí.
Con cariño y gratitud siempre.
Quique TORRES
Fundador El Albergue del Alma