La celebración de mi cumpleaños es siempre algo muy especial, cada 19 de mayo, lo espero con tanta emoción y alegría, pues es el inicio de nuevas líneas para planear, diseñar, crear, soñar, pero principalmente vivirlas, convertirlas en nuevas aventuras, en nuevas vivencias, en nuevos aprendizajes.
Llevo varios años en un viaje profundo, maravilloso, un viaje interior, el cual me ha aportado enseñanzas que me han hecho vibrar y darme cuenta de lo que de verdad importa. Lo que de verdad importa son esas pequeñas, pero a la vez grandes COSAS que hacen el encanto de la vida simple.
Hoy, quiero celebrar mi cumpleaños, haciendo un pequeño homenaje a cada uno de ustedes que forman parte, de una u otra manera, de mi vida. A través de mi viaje interior, he aprendido que la gratitud es una fuerza increíble y mágicamente transformadora. Honrar a cada uno de ustedes me hace más humano, más cercano, y más sensible. Cada uno de vosotros me han aportado muchas cosas, lecciones que me han permiten seguir creciendo como ser humano.
Gracias a mis padres por darme la oportunidad de vivir esta maravillosa aventura llamada vida, sin ellos, no estaría hoy aquí. Gracias infinitas por vuestro amor infinito e incondicional, de una u otra manera, siempre estáis ahí.
Gracias a mis hermanos por ser mis compañeros de viaje en este tren lleno de aventuras. No podría haber tenido mejores cómplices de vida. Raúl gracias por ser mi guardian. Eduardo gracias por ser mi pequeño aprendiz.
Gracias a mis familias Tarrasa – Torres por ser ese faro que ha alumbrado las noches oscuras de la niñez y la adolescencia y que está ahí para regresar a él cuando necesite claridad.
Gracias a mi amor de mi vida, Miguel Ángel, mi compañero de viaje. Nos teníamos que encontrar en la estación indicada, en el momento preciso para tomar juntos el vagón que nos llevaría a recorrer nuevos territorios. ¡Gracias por ser, estar y existir!
Gracias a mis queridos niños, Javi y Alex por darme la oportunidad de practicar el amor incondicional y confirmar que el amor de la familia se crea y cuida todos los días. No importa la sangre, si no los hilos del amor con que se construyen las relaciones. Si son sinceros y profundos nadie podrá romperlos.
Gracias a mi queridísima Vidis, Tere Soria, por ser mi hermana del alma, mi amiga, mi comadre. Porque cuando el amor se siente con el alma, no hay palabras que lo describen.
Gracias infinitas a mi querida Erika Ruiz, la Dra, por compartir sueños, alegrías, alguna que otra lágrima, pero lo más importante: Gracias por creer en mi.
Gracias de corazón a mi amiga Vanessa Proaño por demostrarme que no importa ninguna circunstancia de la vida mientras se sienta con el corazón.
Gracias a mi querido amigo-hermano, Joanjo Pérez, porque en aquel tsunami me tomaste la mano y no me dejaste caer.
Gracias a mi hermano del alma, mi cubanito Lester García, por tanta generosidad, por tener ese corazón tan grande y por ser mi complice en nuestra segunda patria.
Gracias infinitas a mis amigos de la infancia, Rocio Fabris, Ivonne, mis compañeros de la Angel Albino Corzo.
Gracias infinitas a mis compañeros de la preparatoria Cristobal Colón.
Millones de gracias a mis compañeros del ITAM.
Gracias a todos mis profesores, desde la primaria hasta la Universidad: La maestra Elide, por brindarme el amor a los libros, a investigar y hacer de mi un ciudadano cívico.
Gracias a Kenza por darme las herramientas para ver el mundo desde otra perspectiva, desde el alma y la razón.
Gracias a Jaume Grimalt, mi amigo y compañero, en las batallas contra Goliat.
Gracias a mi amiga, Marina Fresneda, por tu paciencia y dedicación.
Infinitas gracias a todos mis amigos y compañeros de Air Europa y ahora Groundforce, por dejarme ser parte de vuestro camino, con nuestras diferencias, pero que éstas nos hacen más humanos y cercanos.
¡GRACIAS INFINITAS SIEMPRE!
