Cada vez que vengo a Madrid por trabajo, aprovecho en mi tiempo libre para visitar algo de esta extraordinaria ciudad. Esta vez, he visitado la exposición de Pissarro que se exhibe en el Museo Thyssen-Bornemisza. Una aventura por su obra, el paisaje, tanto rural como urbano.
Humilde y colosal, como le llamó su amigo Cézanne, Camille Pissarro (Santo Tomás, Islas Vírgenes, 1830-Paris, 1903) es quizá la figura fundamental del impresionismo y al mismo tiempo la menos reconocida de ese movimiento. Como mentor del grupo, en 1873 redactó los estatus de la cooperativa de artistas que iniciaría las exposiciones impresionistas, y fue el único pintor que participó en todas ellas, desde 1874 hasta 1886. Pero la carrera de Pissarro sería eclipsada por el inmenso éxito de su amigo Monet.